Nosotros, los pilotos.
Con motivo de una reciente publicación en la prensa española, en la que se hace referencia a la tarea desarrollada por los pilotos de líneas aéreas, Aviacióndigital ha publicado una respuesta por parte del Comandante Francisco Madroño Villabrile, que entendemos debe ser difundida entre nuestros lectores.
Francisco Madroño VillabrilleComandante de Líneas Aéreas "muy jubilado" Aviaciondigital
El pasado día 1 de diciembre el columnista David Torres firmaba en
El Mundo/Eldia.com un artículo titulado "Los pilotos primero" sobre el que quisiera realizar algunas puntualizaciones.
Por el tono que emplea en la publicación, parece ser que ha tenido en algún momento problemas con un piloto determinado, pero no considero que sea motivo suficiente para intentar desprestigiar a todo un colectivo. Dicho esto, paso a responderle a cada uno de sus planteamientos.
"Si usted se fija bien, los pilotos de las compañías aéreas somos seres casi sobrenaturales". Realmente nos sentimos muy orgullosos de que personas como usted nos consideren "casi sobrenaturales" pues nosotros, sin considerarnos de esa manera, sí creemos que nuestra profesión es maravillosa y nos sentimos integrados de tal manera que cuando hacemos nuestro trabajo, intentamos que la sociedad se sienta segura en nuestras manos.
Para eso nos entrenan y somos capaces con dicho entrenamiento, aconsejable para otras muchas profesiones, de llevar a buen puerto a miles de pasajeros que depositan su confianza en nosotros, los pilotos.
Nuestro trabajo "no es muy distinto al de un conductor de autobús". Me gustaría, que en un vuelo en condiciones críticas, como a veces tenemos que pasar, tenerle a usted sentado en una cabina para poder comprobar cuál es su capacidad de respuesta sin perder la compostura. Estoy casi seguro de que no aguantaría la primera descarga de adrenalina.
Respecto al sueldo, también me gustaría conocer si es usted capaz de ganarse su sueldo con la misma dignidad como lo hacemos los aviadores.
¿Debe usted pasar reconocimientos médicos semestrales?, nosotros sí, y si no superamos las pruebas médicas no nos permiten volar. ¿Pasa usted verificaciones semestrales de su capacidad como profesional?, nosotros sí, y si no son satisfactorias, no podemos continuar volando. ¿Puede usted tomarse una copa antes de su trabajo?, nosotros jamás la tomamos antes de un vuelo.
¿Disfruta habitualmente las Navidades, los nacimientos de sus hijos, el entierro de sus familiares con sus seres queridos?, nosotros desgraciadamente no siempre nos encontramos en casa en esas fechas. ¿Participa cotidianamente en la educación de sus hijos?, nosotros no siempre podemos estar cuando más nos necesitan.
Con todas estas desventajas, que no son pocas, seguimos sintiéndonos orgullosos de nuestra profesión y por eso andamos "un palmo sobre el suelo" y continuamos orgullosos, tanto es así que el que le responde a su artículo es un piloto de 68 años de edad, que inició su vida profesional siendo resinero y que con su dedicación a esta maravillosa actividad consiguió llegar a ser comandante de líneas aéreas.
Pero para no aburrir, continuaré respondiendo a sus objeciones. Respecto a nuestras vacaciones, sería un placer que fueran como las de un profesor universitario, pero desgraciadamente esto no es así ni creo que fuera posible, pues los profesores universitarios tienen unas vacaciones que no deciden ellos, pero a lo mejor también tiene envidia a los mencionados profesores.
Realmente creo que lo suyo es el pecado de algunos españoles: "la envidia".
¿Tampoco le gustan los curas? La verdad es que debería confesarse y si es ateo creo que debería plantearse algo mucho más contundente, que me reservo por respeto a los lectores.
Referente a los mecanismos de un avión, "es mérito de los ingenieros" no se lo voy a discutir, ellos hacen los proyectos y construyen las aeronaves, pero los que prueban esos ingenios que "pertenecen al campo de los milagros", somos nuevamente los pilotos.
Al parecer también siente envidia de "poder echarle un tiento a la azafata", realmente pienso que usted no respeta nada, ni la profesión de Tripulante de Cabina de Pasajeros (azafata) y demuestra su insatisfacción por su propia dignidad y creo que hasta la de su profesión.
Por el momento es suficiente y si tanto sabe de nuestra profesión, le propongo un debate en el medio que usted se sienta más cómodo, ya que el reto a un duelo no está permitido por nuestras leyes y además estoy seguro de que le ganaría, ya que se le escapa la fuerza por la pluma.
Reciba un cordial saludo y conste que todo lo que respondo es de corazón y jamás guardaré rencor a sus comentarios, ya que los aviadores estamos entrenados a combatir con procedimientos caballerescos como es el combate aéreo y en ese campo estoy seguro de que también le ganaría.(Fecha de Publicación: 12/12/2006)
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